
La farmacéutica con sede en Cambridge (Massachusetts, EE.UU.) es una de las ocho firmas a nivel global que están desarrollando ensayos clínicos en humanos de una vacuna contra el nuevo coronavirus y ha obtenido datos esperanzadores sobre una respuesta inmunitaria en la primera fase de su estudio, coordinado con el Gobierno de EE.UU, y que se basa en una tecnología propia a partir de la inoculación de proteínas que deben generar la inmunidad, dando al cuerpo instrucciones genéticas contra el virus.
Esta vacuna debe provocar una respuesta inmunitaria tan potente como la de los pacientes que han superado la enfermedad gracias a anticuerpos neutralizantes.