Cap Cana, RD.— El reconocido y prominente inversor global Nicolas
Delrieu ha elevado el concepto de exclusividad en el Caribe con la presentación de una mansión
ultra lujosa de 60,000 pies cuadrados en Cap Cana, uno de los enclaves residenciales más
exclusivos del mundo.
Más que una residencia, la propiedad encarna la fusión entre estilo de
vida de élite, visión empresarial y diplomacia discreta.
Ubicada en un terreno frente al mar de 3.5 acres con vista al arrecife de coral, la mansión no solo
destaca por su arquitectura imponente y entorno natural, sino también por su capacidad para
convertirse en un centro de poder y relaciones internacionales.
El escenario del nuevo lujo
La residencia sorprende por su piscina central de 350 pies, más larga que un campo de fútbol,
que se extiende como eje simbólico de la propiedad.
El helipuerto privado garantiza el acceso
inmediato a figuras de alto perfil, consolidando la mansión como un destino para invitados
globales.
El interior alberga más de 40 estancias, incluyendo 14 suites, dos cocinas gourmet y múltiples
salones concebidos para transicionar entre espacios interiores y exteriores con total fluidez.
El área wellness refleja estándares de hospitalidad cinco estrellas: spa con hammam, gimnasio de
última generación, salón de belleza y una red de jacuzzis y piscinas privadas.
Este proyecto no solo redefine el lujo residencial, sino que funciona como plataforma estratégica
para la diplomacia privada y la toma de decisiones empresariales al más alto nivel.
Del transporte de valores a la inversión global
La historia empresarial de Nicolas Delrieu lo posiciona como un visionario de alcance
internacional.
Su primera gran apuesta estuvo en el negocio de la seguridad y transporte de
valores, donde lideró empresas que ofrecían transporte blindado de efectivo y activos preciosos,
mantenimiento y reposición de cajeros automáticos (ATM), soluciones integrales de gestión de
efectivo, servicios de bóveda, así como envíos internacionales de alto valor —incluyendo oro,
diamantes y obras de arte.
La venta de esta compañía al gigante multinacional Prosegur marcó el
inicio de su expansión hacia el mundo de las inversiones institucionales.
Hoy, Delrieu administra su capital a través de una plataforma privada con presencia en private
equity, venture capital, bienes raíces, hedge funds y crédito privado.
Su estrategia se basa en la
preservación de capital a largo plazo y flexibilidad táctica para capturar oportunidades de alto
impacto.
“Tomamos una visión a largo plazo, pero con la agilidad necesaria para anticipar cambios de
mercado”, explica Delrieu.
“Nos enfocamos en oportunidades basadas en convicción, trabajando
con gestores de primer nivel o invirtiendo directamente con claridad estratégica”.
Con residencias en Londres, Miami, París, Bahamas y Mónaco, Delrieu ha convertido a Cap Cana en su epicentro personal y estratégico.
Más allá de ser un refugio paradisíaco, la propiedad
funciona como un símbolo de influencia global, un espacio donde convergen el lujo, los negocios
y la conectividad internacional.




