La vacuna contra el sarampión es obligatoria en Estados Unidos, pero los ciudadanos de varios estados, como Texas, el segundo más poblado, pueden solicitar una exención por motivos religiosos o de otro tipo. El brote de sarampión en Estados Unidos superó los 1.000 casos confirmados, con tres muertes hasta el momento, según un recuento realizado por la AFP a partir de datos públicos.
El brote surgió a finales de enero en una zona rural de Texas donde vive una comunidad religiosa menonita, una población ultraconservadora y con una tasa baja de vacunación. Recuerda al de 2019 (con más de 1.200 casos pero sin muertes) registrado en las comunidades judías ortodoxas de Nueva York y Nueva Jersey.