La solidaridad tiene que ser colectiva con un caso tan horroroso. El respeto y la protección de las víctimas y de sus familiares tiene que ser observado por todos, especialmente por los medios de comunicación. La tragedia de la madrugada de este martes, en la discoteca Jet Set, enluta al conjunto de la sociedad dominicana, y conmueve terriblemente por la gran cantidad de personas afectadas, tanto las fallecidas como las que resultaron heridas en diferentes grados.
La caída de un techo excesivamente pesado, de concreto, en un centro de diversión atestado de personas, tuvo un impacto destructivo que no tiene precedentes en el país. Aquí hemos tenido ciclones, riadas, inundaciones que han generado tragedias, pero nunca jamás de la dimensión de este caso. Sin registro de aforo, sin ventilación en ninguna área, sin verificación de las condiciones de la estructura del local, pese a la antigüedad de la obra, y con un alto volumen y vibraciones que afectan la seguridad del lugar por el uso intensivo de efectos sonoros corrosivos.
Hasta la tarde de este martes se había informado el fallecimiento de 98 personas, con cientos de personas heridas, y otras tantas desaparecidas.
El presidente de la República estuvo enterado desde muy temprano de la tragedia, porque personas allegadas a él estaban en el lugar, como Nelly Milagros Cruz, gobernadora de Montecristi, fallecida. Luis Abinader declaró tres días de duelo nacional por la tragedia, los días 8, 9, y 10 de abril. Rubby Pérez, el artista que animaba la fiesta, falleció sepultado por la estructura.
