Santo Domingo.– Durante años, clientes nocturnos de la discoteca Jet Set comentaron en redes sociales y conversaciones informales sobre la caída ocasional de fragmentos del techo. Plafones que cedían por la humedad del aire acondicionado eran parte del ambiente, normalizados por empleados y directivos. Nunca fueron tomados como señales de peligro.
Este miércoles, tras el colapso estructural que dejó 232 muertos y más de 180 heridos, el empresario Antonio Espaillat, gerente del icónico centro nocturno, admitió que los comentarios de visitantes sobre estos incidentes nunca llegaron a su conocimiento.“Nunca vi un mensaje”, dijo, al ser confrontado con una publicación de hace siete años que señalaba problemas visibles en el techo.
Lo que sí fue constante, según sus propias palabras, fue la caída de plafones durante más de 30 años. “Siempre se nos caían. Siempre. Era yeso. Absorbía agua del aire y se desprendía. Lo cambiaba cualquier empleado con una escalera. No se contrataba a nadie para eso”, explicó.
Espaillat afirmó que el techo original del edificio nunca fue examinado. “Yo mismo nunca lo vi. Lo que veíamos eran los plafones”, confesó. A pesar de las filtraciones históricas del inmueble, nunca se realizó una revisión estructural ni se cuestionó la integridad del techo que sostenía a miles de personas cada semana.
El edificio fue adquirido a principios de los años noventa. Anteriormente, era un cine. El único cambio realizado fue el aplanamiento del suelo, que originalmente descendía hacia la pantalla. “No hubo ningún cambio en la estructura del techo”, aseguró el gerente.